Roma, ciudad abierta de Roberto Rossellini (1945)

 "Pero ¿cuándo acabará? Hay momentos en que ya no lo resisto más. Parece que jamás vaya a pasar este invierno."

 El 24 de septiembre de 1945 se estrena en el Festival Internacional de Roma esta película producida por Excelsa films que fue dirigida por Roberto Rossellini y escrita por Sergio Amidei y Federico Fellini, este último no acreditado. La película cuenta con una mayoría de actores y actrices no profesionales, con la excepción de Aldo Fabrizi y Anna Magnani, que si que trabajaron anteriormente en el mundo del cine y el teatro. La película está disponible en Filmin.

 Roma, 1944. La ciudad está ocupada por los alemanes y sus habitantes viven oprimidos. La Resistencia Italiana lucha contra esta situación. Varios de sus miembros serán arrestados por la Gestapo, entre ellos un cura y un tipógrafo casado con una viuda.

Con el fin de la 2ª Guerra Mundial, el mundo, quedó en ruinas ; y ya que los directores de cine no eran ajenos a los acontecimientos históricos que estaban teniendo lugar, decidieron coger las cámaras para captar la realidad social en la que estaban inmersos. Fue precisamente en Italia, unos de los países más afectados por la guerra, donde se plantaría la semilla de una expansión del realismo que cambiaría el cine para siempre. Aunque hay que aclarar una cosa, si bien el cine italiano de mediados de los años 40 (el neorrealismo) cambió el cine a una escala global, en realidad, no inventó nada. Las dos tendencias, la formativa y la realista, ya existían en el cine desde sus orígenes (en realidad, desde la fotografía); véase por ejemplo el cine de los hermanos Lumière frente al cine de Georges Méliès, o el de los cineastas soviéticos frente al cine expresionista alemán, y un largo etcétera. Como veis, el cine, siempre ha tenido el deseo de acercarse a la realidad, pero fue en Italia donde este deseo tomo una dimensión moral; en palabras de Cesare Zavattini, "el neorrealismo no es nada, tan solo una idea, un punto de vista, una actitud moral", una idea que transciende a la propia estética, lo que implica el afán por mostrar la verdad del ser humano evitando el artificio. Por lo tanto, podemos decir que, el neorrealismo italiano, es una "ética de la estética", y "Roma, ciudad abierta", uno de sus principales exponentes.

 Empezaré hablando, precisamente, de la estética de "Roma, ciudad abierta"; comenzando por la fotografía, la cual, debe su apariencia a las condiciones materiales con las que se trabajó en la película. Se cree que se emplearon rollos de película caducados en su realización, lo que dio como resultado una imagen particular. Sin embargo, la imagen propiamente dicha, no define ni la estética de "Roma, ciudad abierta" en particular, ni la de el neorrealismo italiano en general. Lo que define la estética de este cine tampoco es la forma en la que se capta la acción, sino qué es lo que se capta; ya que, como dije antes, en el neorrealismo, la estética está en correlación con la ética, con la realidad del ser humano. Hay quien ha calificado el cine de Roberto Rossellini como anti-viscontiano, me explico, si Luchino Visconti buscaba la belleza a través del manierismo, es decir, a través del artificio; Roberto Rossellini, se la encuentra, de forma esporádica, por los azares de la vida, de la naturaleza. Para Rossellini, y los cineastas italianos de la época, la realidad tiene una profunda relación con la estética, al igual que ocurría con los cineastas soviéticos; por lo que, el reflejo de la realidad, no es una regresión de la estética, sino una expansión de esta, una evolución del lenguaje cinematográfico. También encontramos una estética implícita; con una especial relevancia de la improvisación que, aunque fuera de una forma, daba a las películas una mayor credibilidad, tampoco debemos olvidarnos de las condiciones materiales y humanas con las que se hacía la película. En definitiva, son películas profundamente humanas con una radical honestidad de la puesta en escena.

Como apunté anteriormente, la estética en el neorrealismo italiano está definida por lo que se capta, pero ¿de qué estaríamos hablando? Si tuviera que reducir la película y el movimiento a su parte más esencial , esa sería la verdad. Una verdad desde el punto de vista social, ya que no podemos disociar la historia del film de la realidad social a la que pertenece, es decir, la Resistencia y Liberación antifascista y con ella, la revolución política. Aunque donde más se desprende esa verdad, más que de la historia, es en sus personajes; los cuales, son extraídos de la realidad misma. Lo que entronca con el pensamiento de Walter Benjamin, el cual, en su ensayo "La obra de arte en la época de la reproducción técnica" (1936) sostuvo que el cine y la fotografía aportaron una nueva forma de comunicación de masas en la que todo ser humano tiene el derecho inalienable de ser parte de la obra artística. De hecho se suele destacar del neorrealismo italiano la presencia de actores no profesionales, auque el caso de "Roma, ciudad abierta", tenemos la excepción de Aldo Fabrizi y Anna Magnani, que si que realizaron alguna película anterior. Sin embargo, esto no es definitorio del neorrealismo italiano, como tampoco define el realismo social en el cine, lo que si que es definitorio es el empleo indiferente de actores y actrices profesionales y no profesionales, es la negación del star-system. Por lo que se establece una relación simbiótica en la que la ingenuidad técnica de unos se beneficia de con la experiencia de los otros, mientras que estos se aprovechan de la autenticidad general.

El estreno de esta película fue todo una acontecimiento social. La gente, en el cine, vitoreaba e increpaba a los personajes antagonistas, era como si estuvieran en un mitin de la Resistencia e vez de viendo una película. Aunque más allá del acontecimiento social, la importancia de este film para la historia del cine es absolutamente decisiva; la Nouvelle vague, el Tercer Cine, el Free cinema, el neorrealismo inglés, y un largo etc. se ven influidos por la película de Roberto Rossellini,y es que como dijo Jean-Luc Godard, "todos los caminos conducen a Roma, ciudad abierta".