Raíces profundas de George Stevens (1953)

23.06.2021

" - ¿Puedo preguntarle a dónde se dirige?

  - A cualquier sitio donde no haya estado anteriormente"


Película dirigida por el cineasta estadounidense George Stevens y escrita por A.B. Guthrie Jr. a partir de Shane, novela escrita por Jack Schaefer publicada en 1949. Un western con Alan Ladd, en el papel protagonista, Jean Arthur, Van Heflin, Brandon De Wilde, Emile Meyer y Jack Palance; la cual consiguió el Oscar a la mejor fotografía en color y 6 nominaciones, incluyendo mejor película y director. 

Estado de Wyoming, a finales del siglo XIX. Shane, un hastiado pistolero, llega a la granja de los Starretts, un matrimonio con un hijo que, al igual que los demás campesinos del valle, se encuentra en graves dificultades, pues el poderoso ganadero Rufus Ryker pretende apoderarse de sus tierras. Cuando Ryker se entera de que Shane es un hábil pistolero, le propone que trabaje para él. Ante su negativa, contrata a Jack Wilson, un peligroso asesino a sueldo. (FILMAFFINITY)

Creo que una buena forma de empezar a comentar esta película es definiendo el western, ya que de esta forma podemos determinar la idiosincrasia del film. El western es el género cinematográfico americano por excelencia, no solo por el movimiento que lleva asociado (los duelos, las cabalgatas, etc.), también por toda la mitología que envuelve al género; la conquista del oeste, el sueño americano o el Hombre civilizador son algunos de sus temas recurrentes. Una definición nos la da André Bazin, que señala que el western es el encuentro de una mitología con un medio de expresión. Antes de la segunda guerra mundial el género alcanzaría de la mano de John Ford la perfección clásica, algo que cambiaría en los años posteriores a la contienda. 

Pero después de la guerra la sociedad cambiante reflexiona sobre el papel de la Historia, una reflexión que afecta al cine que sustituye los temas tradicionales por una temática social o moral. Así, el western, como un medio de supervivencia, debía renegar del clasicismo alcanzado en los años 40 y buscar elementos extrínsecos para justificar su propia existencia; elementos estéticos, sociológicos, psicológicos, eróticos, etc; nace así el superwestern. Pero el hecho que más influyó en una nueva forma de entender el western fue, sin duda, la revitalización política del indio americano, lo que provocaría una reflexión sobre cómo el cine había tratado al nativo, y sobre el propio sueño americano; el género, por tanto, adquiere una conciencia, una dimensión moral. 

Entrando ya con la película de George Stevens, vemos en Raíces profundas un ejemplo claro de esta superwesterización. La película justifica el western mediante la referencia a su propia mitología. 

Unas referencias que empiezan por el propio protagonista, Shane, que cuando le preguntan a dónde se dirige contesta: "a cualquier sitio donde no haya estado anteriormente". Al igual que Gary Cooper en El forastero / The Westerner hace la definición típica del cowboy como aquel que está de paso. También aparece la contradicción entre el amor y el western, el interés por el entorno natural, el mito sobre el duelo que aparece en una espectacular pelea de bar, o códigos del género como el héroe de sombrero blanco enfrentándose al villano de sombrero negro, con la presencia amenazante de Jack Wilson (Jack Palance). La película también adquiere conciencia moral, también una dimensión psicológica, en el momento en que se cambian los roles de quien ejerce la amenaza, y si en los westerns de tiempos pretéritos los protagonistas eran aquellos que llegaban a conquistar una tierra, aquí son los artífices del peligro. 

En definitiva, una nueva forma de entender el género respetando las formas y mirando a su propio pasado. Y un claro ejemplo de ese fenómeno conocido como superwestern.


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