Jules y Jim de François Truffaut (1962)

27.12.2021

 Me dijiste: "Te quiero", yo te dije: "Espera". Iba a decir: "Tómame", y me dijiste: "Vete"


 Película dirigida por el cineasta francés François Truffaut con Jeanne Moreau, Oskar Werner y Henri Serre en los papeles protagonistas. El guion estuvo a cargo del propio Truffaut junto a Jean Gruault, quienes reescribieron un borrador que el propio François Truffaut había escrito años antes adaptando la novela de Henri Pierre Roché para acabar realizando una de las películas más emblemáticas de la Nouvelle vague.

Desde que se conocieron en 1912, Jules (Oskar Werner) y Jim (Henri Serre) se hicieron amigos tan inseparables que se enamoraron de la misma mujer (Jeanne Moreau). Uno de ellos se casa con ella.

 François Truffaut nació en París en 1932, a los 15 años, tras abandonar los estudios fundó un cine-club donde conocería a André Bazin, quien lo introdujo en el mundo de la crítica cinematográfica. En 1954, ya en la revista Cahiers du Cinéma, escribió uno de sus artículos más destacados, «Una cierta tendencia del cine francés», en el que criticaba el cinémadequalité que producía la industria francesa. Años más tarde, en el 59, tras haber realizado algún cortometraje, realizó su primera película, "Los 400 golpes" / "Les quatre cents coups" en la que reflejaba su difícil preadolescencia y con la que sería reconocido como el Mejor Director en el Festival de Cannes. En el 62 realizó la que quizás es su mejor obra "Jules y Jim" / "Jules et Jim", sin olvidar por supuesto obras fundamentales como lo fueron "Fahrenheit 451" (1966) o "La noche americana" / "La nuit américaine". Además Truffaut es el autor de uno de los libros de referencia para la cinefilia que se han escrito; estoy hablando, por supuesto, de "El cine según Hitchcock" en el que se recogen una serie de entrevistas con el director británico. Su última película fue "Vivamente el domingo" / "Vivement dimanche!" del 83 y tras finalizarla se le diagnosticó un tumor cerebral que le arrebataría la vida un año más tarde con 52 años.  

 Para el artículo que escribí para Al final de la escapada de Jean-Luc Godard hice una pequeña introducción a la Nouvelle vague en la que destacaba la influencia que tuvo sobre esta generación el cinéma vérité, el neorrealismo italiano o los directores del cine clásico estadounidense. Autores tan heterogéneos como Godard, Resnais, Chabrol o el propio Truffaut defendieron el cine como arte y cuyo verdadero autor es el director, quien plasma su personalidad en la obra independientemente de factores externos. Cabe destacar que los directores de la Nouvelle vague se formaron en las filmotecas y no en las escuelas de cine por lo que la ayuda de directores de fotografía experimentados fue esencial para la realización de las primeras películas. Directores de fotografía como Raoul Coutard, quien trabajaría en las primeras películas de Godard y Truffaut aplicando la luz indirecta dándole un tono realista a estas películas. Por otro lado la Nouvelle vague también supuso una renovación generacional en el campo de la interpretación, especialmente para las mujeres que abandonan los estereotipos existentes en el cine francés para convertirse en unos personajes de una mayor complejidad y diversidad. Personajes cerca de la marginalidad, de la calle, con una espontaneidad que encaja a la perfección con actrices como Jeanne Moreau o Anna Karina.Aunque si tuviera que reducir este movimiento a unas pocas palabras lo plantearía como un deseo de renovación temática y, especialmente, formal de una nueva generación de cineastas.

 Centrándonos en François Truffaut es la figura que más se ha asociado con la Nouvelle vague, especialmente con la teoría de autor, ya que trató como ningún otro de plasmar su vida en su obra cinematográfica, ahí tenemos el ejemplo de "Los 400 golpes". Su cine, quizás el que más se acerca a la tradición del cine clásico de Hitchcock y Renoir, resulta en una mezcla de comedia, patetismo, suspense y melodrama sin dejar a un lado el deseo de explorar, tan característico del cine francés de los años 60, nuevas formas cinematográficas.

 Todo esto se manifiesta en Jules y Jim tanto en forma como en fondo. Empezado por la compleja relación que se establece entre los tres personajes protagonistas, explorando nuevas formas de relacionarse. Momentos tan bellos como la presentación de Catherine a través de un juego de primeros planos de frente y perfil que se acercan y alejan con abruptos zooms o el momento en el que el director decide congelar la escena para grabar la risa de Jeanne Moreau en la retina del espectador y, por supuesto, la carrera en el puente en el que el sonido resignifica la escena. En definitiva nuevas formas de explorar el cine sin olvidar el clasicismo que tanto defendía, escenas que hoy son historia del cine pero que en su tiempo fueron un salto al vacío.  


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