Al final de la escapada de Jean-Luc Godard (1960)

30.06.2021

"Nous sommes des morts en permission" (Ahora somos solo muertos con licencia)

Oficial francés


Debut cinematográfico del director francosuizo Jean-Luc Godard estrenada en 1960, él mismo escribió una guía de filmación en base a una historia de François Truffaut. Sus protagonistas son Jean-Paul Belmondo y Jean Seberg, que protagonizaron la película fundacional de la Nouvelle Vague.

Michel Poiccard (Jean-Paul Belmondo) es un ex-figurante de cine admirador de Bogart. Tras robar un coche en Marsella para ir a París, mata fortuitamente a un motorista de la policía. Sin remordimiento alguno por lo que acaba de hacer, prosigue el viaje. En París, tras robar dinero a una amiga, busca a Patricia (Jean Seberg), una joven burguesa americana, que aspira a ser escritora y vende el New York Herald Tribune por los Campos Elíseos; sueña también con matricularse en la Sorbona y escribir algún día en ese periódico. En Europa cree haber hallado la libertad que no conoció en América. Lo que Michel ignora es que la policía lo está buscando por la muerte del motorista.

Jean-Luc Godard, nacido el 3 de diciembre de 1930 en una familia acomodada de París, Francia. Durante los primeros años de los años 40, su vida estaría marcada por la inestabilidad de la guerra que aconteció en Europa; aunque dicha inestabilidad no fue impedimento para que se aficionara al cine. En parte, esta afición comenzó por un libro de André Malraux llamado Esquisse d´une Psychologie du Cinéma (Esbozo de una psicología del cine) donde reflexionaba sobre el papel del cine en la sociedad.

Más tarde, después de haber recogido las influencias del cinéma vérité de Jean Rouch, se introduciría en los cine-clubes franceses junto a Francois Truffaut, Claude Chabrol y Jacques Rivette; quienes comenzaron sus andaduras como críticos de cine, principalmente en la revista Cahiers du cinéma, bajo la batuta de André Bazin.

Si hablamos de Al final de la escapada, primero tenemos que hablar de la Nouvelle Vague; y si hablamos de la Nouvelle Vague, inevitablemente tenemos que pararnos en la revista Cahiers du cinéma. Una revista fundada en el año 1951 por André Bazin, Jacques Doniol-Valcroze y Joseph-Marie Lo Duca. Precisamente, Bazin, está considerado como el padre de la crítica cinematográfica moderna y, por qué no, del propio cine moderno. Pues fue él quien acercó a los directores de la Nouvelle Vague todas aquellas influencias que serían determinantes en su cine; desde el cinéma vérité hasta el neorrealismo italiano; desde directores del cine clásico estadounidense como Orson Welles, Howard Hawks y Alfred Hitchcock hasta franceses como Robert Bresson y Jean Renoir.

Esta nueva ola, en general, y Al final de la escapada, en particular, supusieron una auténtica revolución de las formas cinematográficas vigentes hasta el momento. En el caso de la película de Godard lo que más llama la atención es su innovadora técnica de montaje, donde más que buscar lo narrativo, busco lo estético; los cambios de luz, las impresiones, el corte de continuidad, etc. Una técnica de montaje que podemos ver en la escena del coche, donde vemos desde atrás a Jean Seberg que está conversando con Jean-Paul Belmondo. Aquí el montaje no busca una narración, sino una antinarración; cortes muy marcados en la continuidad de la escena que, sin embargo, no le restan sentido a la misma. Es muy difícil saber porqué Godard empleó esta técnica, hay quien dice que le había quedado una película demasiado larga y de ahí los cortes; sea como fuere, en realidad poco importa, fue un recurso que funcionó y, hoy en día es una técnica totalmente asimilada.

Si nos detenemos en el personaje principal de Jean-Paul Belmondo veremos que supone una ruptura con el modelo de protagonista del Hollywood clásico. Estos últimos pretendían ser ejemplo de buenos ciudadanos, al contrario que los actores que los interpretaban y que serían el modelo de Michel Poiccard. Tanto los actores de Hollywood, como Michel Poiccard se podrían sentir identificados con aquella frase que dice "vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver"; de hecho, en la propia película podemos ver esta comparativa en un momento que aparece un cartel de Plus dure sera la chute (Más dura será la caída), con Humphrey Bogart, un actor que era bebedor y fumador compulsivo que murió a los 57 años debido a un cáncer de esófago. En la escena podemos ver un juego de plano - contraplano en el que se establece una comparación entre el protagonista del film y el actor estadounidense, como si de un espejo se tratara. Y es algo que precisamente me llama mucho la atención; la cantidad de reflejos que se observan, tanto espejos, como reflejos figurados.

La tercera escena que me llamó poderosamente la atención, y con esto termino, fue un momento al principio de la película en el que Michel Poiccard mira a cámara y se dirige al espectador, lo que se conoce como romper la cuarta pared, el ejemplo típico de ruptura de la cuarta pared. Pero si buscamos cual es el origen de esta técnica en el cine nos encontraremos con la película de Edwin S. Porter The Great Train Robbery (Asalto y robo de un tren) de 1903; esa en la que aparecía un cowboy disparando directamente a cámara para provocar un efecto parecido al de los Lumière con la llegada del tren. Lo que me plantea una duda sobre una adecuada definición de la técnica. ¿Es romper la cuarta pared una técnica en la que el personaje se da cuenta de su carácter ficcional o más bien es una difusión entre los límites de la realidad de los espectadores y la ficción de los personajes?


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